Luego de la estadía en el Hotel Intercontinental Mendoza, continuamos nuestras vacaciones veraniegas cruzando la Cordillera de Los Andes.

Llegamos a Santiago un día viernes del mes de Enero de 2015, y nos encontramos con una ciudad muy bonita, limpia, ordenada, pero también con un tránsito frenético y un tanto alocado.

El primer problema fue intentar comprar el Pase Diario Único para poder transitar por las autopistas urbanas de Santiago sin cometer infracción ( aclaro que en Santiago no hay peajes, sino portales que leen dispositivos denominados TAG, equivalentes a nuestro TELEPEAJE). En teoría hay expendedoras automáticas en las estaciones de servicio COPEC, digo en teoría porque no emiten el pase a vehículos con patente extranjera. Intenté la compra on line a través de SERVIPAG, pero sucedió lo mismo. Encontré una página de la Autopista donde se puede realizar la compra on line, y tiene la opción de vehículos extranjeros. Pensando que tenía la cuestión solucionada, comienzo la compra, pero al cargar el item RUT (equivalente a nuestro DNI), aparece un letrero informándome: «RUT INVÄLIDO». Ya cansado y un tanto fastidioso, decido ir en busca del Hotel, y que suceda lo que Dios quiera.

El GPS Garmín me orienta, y me lleva al Hotel, no así Google maps, que ubica el mismo por error en un pasaje llamado Lecannelier, a dos cuadras de distancia. El inconveniente surgió con los carriles exclusivos para buses de la Av. Providencia … cómo girar a la derecha sin cometer infracción? Recuerdo que en Bs. As. no se puede girar a la derecha donde hay carriles exclusivos, y es necesario dar la vuelta manzana para atravesarlos. En Santiago resulta imposible, pues las calles cambian de mano, y la Av Providencia se transforma en doble mano,  y por lo tanto, tampoco se puede girar a la izquierda. Qué hacer? Fui y vine  aproximadamente 2 horas, sin exagerar, hasta que pude salir a la Av. Andres Bello, y tomar la calle Nogueras, y al fin llegué al Hotel. Después me informaron que se puede ingresar a los carriles exclusivos de buses para girar a la derecha. En fin, derecho de piso de mi primera vez en Santiago.

La recepción fue un tanto fría, pero con corrección en todo momento. Tuve que bajar el equipaje, y buscar estacionamiento fuera del Hotel, pues me informaron que todas las cocheras estaban ocupadas. En síntesis, estacioné el auto sobre la Av. Providencia,  en estacionamiento subterráneo, lugar por el que había pasado más de 5 veces en busca del hotel. El costo del mismo por 48hs. fue de $25.000 chilenos, casi $500 ars. Otro problema al momento de pagar, fue que no funcionaba la lectora de tarjetas de crédito, por lo tanto sólo efectivo, y la máquina toma billetes de hasta 10000.

Ya instalados, la habitación resultó amplia y cómoda. Nos asignaron la 209, en primer piso, Temí por los ruidos que pudieran llegar del mini gimnasio que se encontraba lindante, pero no, los ruidos y voces, llegaron desde la cochera en horas tempranas de la mañana, cuando comenzó el movimiento de automóviles. Lamentablemente nuestra ventana daba a la salida del garage del Hotel. El baño correcto, amplio, completo, aunque sin bidet.

El desayuno buffet con poca variedad, pero bien presentado en un ambiente acogedor con vista a la piscina, resultó suficiente para comenzar la jornada con energía.

En definitiva, Hotel confortable, con una relación precio-calidad excelente, teniendo en cuenta que el costo del Groupon por 2 noches para dos, incluyendo desayuno, trago de bienvenida, y cena de cortesía  fue de $1200. Es decir, unos U$S137 a precio oficial, o menos de U$S100, del otro. Otra cuestión importante, no tiene recargo del 35% pues es en pesos, y se factura localmente.

Recomendable

Eduardo