Cómo cuesta volver a escribir después de un mes vacaciones, más llegando el mismo día que uno tiene que volver a trabajar!!!  Pero no me quejo… tengo trabajo en un momento difícil de Argentina, donde tras el cambio de gobierno, miles de compañeros trabajadores están quedando en la calle.

Volviendo a la partida del vuelo:

Todo marchaba según lo planeado, aunque con miedo a posibles retrasos, pero no, el cartel del Lounge mantenía «EN HORARIO» al AR 1140.

Dado que el horario de embarque comenzaba a 21.45hs, luego de terminar el cañoncito helado de Freddo 😉 dejamos The Centurion Lounge a las 9.15pm. y nos desplazamos hasta la puerta 22. No quedaba muy lejos del salón de Amex, en menos de 10 minutos se llega (despacio, sacando fotos, sin apuro).

Al llegar nos encontramos con los «pagofacileros» haciendo la cola frente a la puerta 22, mientras por los altoparlantes solicitaban a todos los pasajeros del AR1140 que tomen asiento, que anunciarían oportunamente el momento para iniciar el embarque. Pero nadie se movió. Debe ser para no perder la costumbre!!! jeje

A las 22.oohs. comenzó el embarque,  fue bastante rápido pues estimo que el avión estaría en un 95% de ocupación o más.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

El avión era el LV FPU, un Airbus 340 con casi 19 años, configurado con 30 asientos en business y 262 en económica. Un avión con sus añitos, pero muy bien mantenido. En agosto de 2015 se renovó todo el interior simil a los primeros Airbus 330, con iluminación LED y pantallas individuales con video a demanda del usuario. El interior está muy bien logrado, y lo más importante se hizo en Argentina con mano de obra argentina.

Un detalle: la hora en pantalla atrasaba 3 horas, seguro no configuraron el uso horario de Argentina, y quedó con el de Greenwich. El espacio entre butacas bastante bueno (fila 17 G y H), aunque parecería que con el transcurrir de las horas, el mismo se iba reduciendo!

A las 22.45hs el avión cerró puertas. Pero…… el Comandante comunicó que deberíamos esperar una hora para proceder a la partida, pues el vuelo no tenía la autorización correspondiente para el despegue. Explicó que la demora obedecía a cuestiones relacionadas con el servicio de control de tráfico aéreo del Aeropuerto, remarcando que AR era ajena a esta situación, y que la aeronave de no ser por este problema, habría despegado en horario. Por suerte el tiempo de espera fue menor, a las 23.2o comenzó el push-back, el encendido de turbinas, el rodaje a cabecera, y luego la maravillosa sensación de despegar, estar en el aire y  tener todas las luces de la ciudad para uno. Fue un carreteo muy largo, con despegue muy suave, como todo el vuelo en general.

Aproximadamente una hora después de la partida llegó la cena. Como opciones: pasta o pollo. Elegí pollo que venía presentado así.

El pollo venía acompañado con arroz, si bien era comible, considero que le faltaba onda. Muy rico el postre, una especie de flan con salsa de chocolate. Aquí un detalle del plato principal.

En medio del Atlántico fui testigo de un hermoso amanecer, poco más tarde, un día de pleno sol y pintorescos copos de algodón sobre África.

Como curiosidad, aquí dejo el registro de la mayor altitud y velocidad alcanzada durante el vuelo (al menos la info que brindan las pantallas).

Por último, el desayuno fue servido a las 14.30hs (hora de Italia), casi a 2 hs. del arribo a Fiumicino. El desayuno básico, pero fue bienvenido para cambiar la monotonía de una larga noche.

Y luego a esperar el aterrizaje, que fue maravillosamente suave.

Aquí un video síntesis de la llegada.

En resumen: el avión mejor de lo que esperaba, el vuelo sereno, llegamos a horario, el personal de abordo en todo momento muy correcto, lo único, que el último tramo se hizo eterno, y nunca se termina de cruzar África. Pero bue… son 12.00hs de vuelo!!!